Con este material se puede pasar de ser un niño a una bruja, a un payaso o a un animal. Vamos descubriendo lo que tenemos en común. Y con un solo cambio facial, nos cambia la expresión. Empezamos a detectar las emociones.
Por eso aparecen varias bocas, varios ojos, distintas narices...
Está pensado para usarlo con velcro o con masilla adhesiva.
¡Y listo para inventar historias!
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